Teresa Ribera, vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, ha salido esta mañana en defensa del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y su esposa, Begoña Gómez.
En una entrevista en RNE, recogida por Europa Press, Ribera ha asegurado que la intención que se busca al implicar a Begoña Gómez en irregularidades en contratos con la administración pública es la de buscar su «muerte civil».
La vicepresidenta afirma que esa «supuesta implicación» tiene «mucho que ver» con el «ataque personal permanente» al que ya está acostumbrado el presidente del Gobierno desde que era líder de la oposición y que «no es nada novedoso».
«No se trata de no tener privilegios en el ejercicio de las responsabilidades políticas. Se trata de una especie de muerte civil a sus familiares. Yo no entiendo muy bien ese comportamiento y me parece muy desafortunado», ha explicado Ribera, recalcando que los ataques al entorno familiar del presidente le parecen «absolutamente deleznables».
La dirigente socialista también ha respondido al presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, sobre si la actual es la peor clase política de los últimos 45 años, ironizando con que será «algo que ve cerca» y que predica en su propio partido.
«Supongo que es algo que pretende predicar del Partido Popular. No entiendo muy bien a qué viene ese comentario. Pero entiendo que será algo que ve cerca», ha afirmado la vicepresidenta tercera, arremetiendo a su vez contra Feijóo por su «afán» de «embarrar permanentemente la política» como con los nombramientos a la comisión de investigación sobre el ‘caso Koldo’ en el Senado.
«El nivel de transparencia, comparecencia, explicaciones y diálogo con todas las administraciones autonómicas ha sido espectacular. Creo que el presidente del Gobierno ha dado todas las explicaciones viables», ha sostenido la ministra de Transición Ecológica y el Reto Demográfico , incidiendo en que «todo el mundo sabe» que Pedro Sánchez no firma contratos de la administración del Estado «con nadie».
Por ello, su posible citación a la comisión de investigación de la Cámara Alta sobre el ex asesor del ex ministro José Luis Ábalos le parece «otro ejemplo» de cómo «desgraciadamente» prolifera el «ruido institucional» en la vida parlamentaria.