Es la tierra que la vio nacer y ahora se rinde ante ella en un emotivo homenaje que la actriz Luisa Gavasa ha sabido agradecer y disfrutar.
“Tengo la voz muy amplia, pero hoy no me sale porque estoy profundamente emocionada”, fueron las palabras de la actriz en el homenaje recibido en la 7ª edición de la Muestra de Cine y Cultura de La Vera. Un multitudinario evento de dos días celebrado en los municipios de Aldeanueva y Garganta la Olla.
Con este homenaje, celebrado los días 2 y 3 de agosto, la Muestra de Cine y Cultura de La Vera ha querido reconocer no solo la gran trayectoria profesional de Gavasa, sino también sus valores, su humanidad, su pasión y su filosofía de vida.
El 2 de agosto, la actriz estuvo en Aldeanueva de La Vera. Allí recibió un ramo de flores de manos del alcalde, Francisco Javier García Bernal, y una faltriquera especialmente bordada para ella. Con la voz entrecortada, Gavasa se mostró profundamente emocionada y agradecida por este homenaje en su tierra de adopción. También alabó el gran trabajo que está realizando la Asociación Cultural Badila en su empeño por llenar de cultura a La Vera. Posteriormente, se proyectó la película “El maestro que prometió el mar”. El acto finalizó con un coloquio en el que la actriz respondió a las preguntas del público.
El sábado, 3 de agosto, tuvo lugar la segunda parte del homenaje en la localidad de Garganta la Olla. Allí se proyectaron los cortos “París 70”, “Hipocampo” y “Vive y deja vivir”. A continuación, se desarrolló una larga e interesante charla con la periodista Isabel Ruiz Lara y el público. Entre los numerosos espectadores se encontraban el bailarín Víctor Ullate, su pareja, Eduardo Lao, y el alcalde de la localidad, Santiago Blázquez.
La Vera y la cultura
El primer tema de conversación fue La Vera y el homenaje recibido. A este respecto, Gavasa dijo que ella y su marido, Suren Monchi-Zadeh, se compraron una finca en Madrigal de La Vera, ahora su refugio, su hogar, su huerto, su familia, sus afectos y su vida.
“Me atrapó la belleza del paisaje, el agua y lo verde que es todo. Después la cordialidad y el afecto de los veratos. Yo me sentí desde el minuto cero bien recibida. Nadie se preocupó de sí era actriz o si salía en la televisión. Me sentí valorada por mí misma, no por lo que hacía. Desde el primer momento me sentí en mi casa e hice amigas. Y una tercera razón, por lo rico que es todo: los quesos, los embutidos, los tasajos, las migas…”, aseguró.
De otro lado, sobre su trayectoria profesional, Gavasa confesó que hay dos cosas que aún no ha hecho: “Nunca he tenido valor para hacer un monólogo, me da miedo subir sola a un escenario, pero me encantaría. Bailar es una asignatura pendiente. Ya a mi edad va a ser difícil, pero si hay otra vida seré bailarina”.
Se subió por primera vez a un escenario cuando tenía 22 años, actualmente tiene 73: “No sé si soy buena, mala o regular. Me fue bien. Ha habido momentos difíciles porque es un oficio muy duro. La gente cree que ser actriz es pasear por la alfombra roja de los Goya y está muy equivocada. Hace unos días he estado en Lisboa rodando y me levantaba a las 4.30 h. de la mañana y trabajaba 13 horas al día. Es tremendamente dura esta profesión”.
De su larga carrera destacó tres personajes, el de Loreto en “Amar en tiempos revueltos”, porque es una mujer que ayuda al prójimo, que abre su mesa y su casa a todo el mundo. El papel de la madre en la película “La Novia”, un personaje que lleva en el corazón y que le valió el Goya en 2016. Y el tercero, el personaje de Ángela en el corto “París 70”.
Por último, Luisa Gavasa también habló con mucho entusiasmo de su próximo proyecto, una obra de teatro en la que interprete el papel de Chavela Vargas: “Llevo mucho tiempo sin hacer teatro y me han ofrecido ser Chavela Vargas».
«La obra es la historia de los tres últimos meses de la vida de Chavela. Su cabeza está en el pasado, sueña con García Lorca o con sirenas que van a visitarla. Vive en un mundo onírico y se reencuentra con Frida Kahlo, que fue el gran amor de su vida. Chavela fue un hombre que nació en el cuerpo de una mujer. Una función para entender cómo fue esa mujer que vivió alcoholizada, pero murió con 93 años. Rozalén, que va a cantar, va a ser la Chavela joven y yo la Chavela anciana”, sentenció.