La sala Biblioteca del Parador de Plasencia ha acogido la Asamblea General de la Red de Juderías de España, que ha sido presidida por el alcalde Fernando Pizarro. “La Red de Juderías está a punto de cumplir 30 años, los concejales y técnicos de los distintos ayuntamientos han sido fieles y leales para poder mantener su compromiso con esta Red”, ha subrayado el primer edil.
Se han tratado temas como el Procedimiento de Admisión de Nuevas Ciudades, el Proyecto de Lugares Sefardíes y la Presentación de gerencia 30 años de la Red de Juderías de España en 10 proyectos.
El también presidente de la Red de Juderías de España ha manifestado que “deben tener prioridad de admisión las ciudades que en su día abandonaron la Red y después, las ciudades que soliciten pertenecer a ella”.
Ha añadido que aquellas ciudades que quieran adherirse a la Red, se tiene que valorar detalladamente “lo que aportan esas ciudades, no solo por el patrimonio sino también por las circunstancias con las que la ciudad puede contribuir al margen del mero hecho de que conserve el patrimonio común”.
La directora gerente de la Red de Juderías de España, Marta Puig, afirma que “cada cuatro años tenemos el compromiso de abrir una ventana de admisión de nuevas ciudades. Se establece qué tipo de documentación se debe presentar en las solicitudes y se emite un informe técnico valorando las distintas candidaturas”.
Convenio
Fernando Pizarro, alcalde de Plasencia y presidente de la Red de Juderías de España; y Antonio Pita, presidente de la Cámara Municipal de Castelo de Vide y presidente de la Rede de Judiarias de Portugal, han firmado en Plasencia un histórico convenio de colaboración entre ambas instituciones con el objetivo de poner en valor el patrimonio común de la huella judía y judeoconversa en España y Portugal.
Esta ambiciosa iniciativa nace para impulsar y estrechar los vínculos culturales y emocionales existentes entre ambos países gracias a la herencia histórica conjunta en Sefarad, y cuya separación en dos naciones nunca ha servido para distinguir a la población judía de un lado y otro de la frontera.
El convenio de colaboración, de una duración de 4 años prorrogables, contempla el compromiso de ambas instituciones de celebrar una reunión institucional de, al menos, periodicidad anual. Estos encuentros servirán para desarrollar un programa de actividades comunes con las que promover un mayor conocimiento del patrimonio judío de las ciudades integrantes de ambas redes, tanto en ámbitos institucionales europeos e internacionales como, particularmente, en contextos donde existan comunidades judías interesadas en conectar con sus orígenes sefardíes.