La sede de la Fundación Laboral de la Construcción ha acogido este martes una reunión clave entre el presidente de la Diputación de Cáceres, Miguel Ángel Morales, y el presidente de la Fundación, Carlos Izquierdo. El encuentro, al que también asistieron la vicepresidenta primera Esther Gutiérrez y miembros de ambos equipos, tuvo como objetivo principal trazar líneas de cooperación para mejorar la formación profesional en el sector de la construcción, una industria que atraviesa una profunda transformación y que sufre una escasez preocupante de mano de obra cualificada.
Durante la visita, Morales y Gutiérrez recorrieron las instalaciones donde actualmente se imparten diversos cursos de formación. Tras el encuentro, el presidente provincial anunció que en las próximas semanas se firmará un convenio de colaboración que permitirá comenzar en septiembre con una nueva oferta formativa orientada específicamente a las necesidades del sector.
“Estamos aquí para escuchar, conocer las propuestas y buscar fórmulas que permitan colaborar estrechamente con la Fundación. La formación es clave para dar respuesta a la situación que atraviesa el sector”, subrayó Morales. También destacó el papel de la Diputación como agente facilitador, gracias a su presencia territorial en municipios, comarcas y mancomunidades, lo que permite acercar la formación a los entornos rurales y facilitar la participación.
Por su parte, el presidente de la Fundación, Carlos Izquierdo, valoró positivamente el encuentro: “Nos permite definir necesidades, estudiar nuestras capacidades y plantear nuevas líneas de formación. Lo importante es adaptar nuestra oferta y acercarla a la gente que realmente la necesita”.
Izquierdo recordó que en el último año la Fundación formó a más de 5.000 alumnos y alumnas, con un índice de inserción laboral del 98-99%, “lo que demuestra la eficacia del modelo formativo. Aquellos que no se colocan es porque deciden cambiar de sector”, puntualizó.
Además, alertó de los retos estructurales que enfrenta la construcción en España. “Necesitamos incorporar personal, tanto por el envejecimiento de la plantilla como por la evolución del sector, que ahora demanda perfiles más cualificados”, explicó. Según sus estimaciones, en Extremadura hay un déficit de entre 8.000 y 10.000 profesionales.
Ambos dirigentes coincidieron en la urgencia de responder a este desafío con medidas concretas. El convenio anunciado será el primer paso para crear una oferta formativa ajustada, flexible y territorialmente accesible, con el objetivo de garantizar el relevo generacional y cubrir las vacantes en un sector clave para la economía y la cohesión territorial.